sábado, 2 de enero de 2010

DIARIO SIN PARTES

(He pintado en mi mente y lo he pintado. He inventado en mi mente y no lo he podido escribir. He escuchado sonidos que crean nuevas melodías y las he sentido. He tomado fotografías de lugares que aún sigo queriendo conocer; de lugares los cuales forman parte de mis fantasías. He leído porque enriquece mi alma. He bailado porque el viento peina mi sonrisa.
Me he perdido queriendo encontrar, para tomar fotografías. He tomado para besar. He comido para tocarte. Solamente he hecho lo que cotidianamente hacemos las personas cuando queremos olvidar.¿qué busco realmente olvidar? ¿De qué estoy llorando si lo tengo todo?
Creo que lloro porque en ese todo sólo estoy yo y es suficiente para asfixiarme.)

Este tipo de pensamiento corre sobre mis venas, se translada en bicicletas sobre mis pupilas, para preguntarme; “¿qué hago aquí?”,“¿hasta ahora cómo va todo?”.
Y yo sólo quiero decir que es lo mismo en todos lados sólo son nuevas banquetas, nuevas caras y colores pero las mismas fantasías.
Pero ¿qué es lo que se busca? No prentendo encontrar una razón para no quedarme, pero tampoco encontraré una para quedarme.
Estoy situada en un pedazo de banqueta. Alegremente formo parte de ella. Estando tan sólo un mes y medio lejos de México, valoro el ruido de mi alma en casa, porque justamente aquí mi paz está en el ruido de mi mente, en la euforia que transcurre mis venas cuando me encuentro caminando lentamente. Claramente estoy creciendo; crezco con tan sólo avanzar entre la nieve y el aire, con tan sólo caminar hacia la estación del tren con mi pequeña nariz enrojecida. Valoro, vivo, respiro, veo, admiro, pienso, deseo, verbos verbos y más verbos.
Quisiera comer un dulce taco de carne de perro mexicano, aún cuando mi cuerpo lo deteste, quiero perfumarme con cebolla en aceite, quiero escuchar en mi ipod a aquella señora del puesto de carnes que grita a mi hermosa güera tonalidad. Caminar también entre los hermosos olores del centro de las ciudades, ser un libre ciudadano más entre las calles. Quiero cruzar las calles y sentirme insegura, quiero volver a sentir la incertidumbre de muerte cuando cruzo una calle. Quiero subirme a un camión para pensar porque no lo habia hecho antes. Quiero comprarme un torta de jamón con cueritos y tecuejos. Quiero gritar "!viva¡" a la independencia de mi alma en leyes que favorecen a otras gentes. Quiero cantar el himno nacional aunque no lo comprenda, aunque no precise explicar lo que realmente en libertad queremos. Quiero ser un pobre rico otravez. Admiro el bullicio, el tráfico, el ruido de gente… el caos.
Pues sí, estoy teniendo un excelente intercambio, en donde por supuesto creo que la primera prueba esta superada... lo extraño y admiro todo de mi país. Porque ahora me encuentro sin ello, en un nuevo mundo, en un lugar en donde hasta el tiempo existe para el tiempo, en donde el orden se encuentra en medio de cada pestaña. Estoy feliz de estar aquí. Es increíble que tendemos a valorar cuando nos alejamos de aquello que más amamos. He cargado la bandera mi país por cuantos rincones de Dinamarca he podido, quiero que la gente conozca lo cálido, quiero que la gente note el amor de México, quiero que la gente vaya a México, es increíblemente ridículo que la gente conoce de Mexico solamente el narcotráfico y delicuencia, es allí cuando pienso el qué será de mi país si no formo parte de él, si me alejo de él como muchas otras personas fácilmente lo hacen y como cuantas otras hemos pensado en abandonar. Estoy contenta de ser mexicana y de ser joven, de que tengo posibilidades , muchas, para hacer algo por México. Hoy más que nunca me siento una joven del cambio en México. Una joven más como miles de millones que queremos cambiar la estructura mexicana, una persona más que sueña y cree. Creo en la fuerza de la juventud de México, para crear y seguir aquellas metas que engloban a mucha sociedad mexicana. Creo en el espíritu joven en donde mentes jovenes que oscilan entre los 2 a 100 y tantos años, quieren un México mejor, en donde vivir es aún más que diversión. En donde regresar a tu país no es sólo un pensamiento que viene después de viajar a otros lados. Creo en querer; ahora la utopía ya no cabe en mi cabeza, se convirtió en un palabra fuera de contexto. Y yo me situo fuera de él.


by nanasong